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Contra la designación de Madrid como sede de los Juegos Olímpicos 2020
Francisca M.
creó esta petición para
Comité Olímpico Internacional
Ante el cúmulo de antecedentes y casos a los que la clase política española de todo signo nos tiene acostumbrados en materia de corrupción y prácticas de gasto público inadecuadas, se lanza esta solicitud que tiene como finalidad conseguir los apoyos necesarios para concienciar a la sociedad española de la conveniencia de no celebrar en España los juegos olímpicos no ya en 2020, tampoco en sucesivas convocatorias, por temor al latrocinio del dinero público que supone la intermediación en las contrataciones de quienes nos representan políticamente, y de la casta empresarial que les rodea.
Un acontecimiento de la naturaleza de los juegos olímpicos supone una ingente utilización de dinero público para la construcción de infraestructuras y prestación de múltiples servicios. Según las últimas estimaciones el gasto rondaría inicialmente los 1.700 millones de euros, que con las desviaciones a las que nos tienen acostumbrados en las contrataciones públicas estaría más cerca de los 3.000 millones de euros. Lo que no está probado es que ello revierta en beneficio de quienes financian los gastos (los españoles que religiosamente pagan sus impuestos) y por el contrario, lo que ha quedado demostrado en todo el periodo democrático español, es que este tipo de acontecimientos (expos, fórums, anteriores olimpiadas) para lo ha servido ha sido para contribuir al saqueo de los fondos públicos por los políticos actuales y anteriores.
Asimismo, como antecedentes, la organización de los juegos olímpicos en Atenas supuso uno de sus últimos pasos hacia el abismo, la candidatura de Roma se retiró al no considerarse el momento oportuno para la economía del país, y Montreal acabó en 2011 de pagar todas las infraestructuras (hoy manifiestamente infrautilizadas) que construyó en 1976.
Queremos un modelo de crecimiento ni basado en el ladrillo (una vez más), ni basado en el gasto improductivo de las infraestructuras infrautilizadas.
No nos dejemos engañar una vez más; la marca España de la que tanto se habla se hace de otra manera, una manera en la que no se quede impunemente tanto dinero entre las manos de los gestores públicos y privados por no ser capaces de evitarlo ni la justicia ni el fisco.
La actividad política solo será digna cuando los que la practican se hagan acreedores de una dignidad de la que hoy carecen. Las pruebas están ahí. Ustedes juzguen.
Por todo ello, como ciudadanos de este castigado país, sumido en una profunda crisis económica y moral a causa de las prácticas de sus elites políticas, financieras y económicas, queremos trasmitir al Comité Olímpico Internacional que no es cierto que la candidatura de Madrid 2020 tenga el respaldo mayoritario de la ciudadanía, como pretenden hacerle creer las autoridades. Así pues, en el momento de decidir la designación de la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de 2020, rogamos que el COI tenga en cuenta el absoluto rechazo que la candidatura despierta entre los ciudadanos -madrileños en particular, y españoles en general-. Esta designación solo redundaría en un empeoramiento de la ya penosa situación de este país.
Un acontecimiento de la naturaleza de los juegos olímpicos supone una ingente utilización de dinero público para la construcción de infraestructuras y prestación de múltiples servicios. Según las últimas estimaciones el gasto rondaría inicialmente los 1.700 millones de euros, que con las desviaciones a las que nos tienen acostumbrados en las contrataciones públicas estaría más cerca de los 3.000 millones de euros. Lo que no está probado es que ello revierta en beneficio de quienes financian los gastos (los españoles que religiosamente pagan sus impuestos) y por el contrario, lo que ha quedado demostrado en todo el periodo democrático español, es que este tipo de acontecimientos (expos, fórums, anteriores olimpiadas) para lo ha servido ha sido para contribuir al saqueo de los fondos públicos por los políticos actuales y anteriores.
Asimismo, como antecedentes, la organización de los juegos olímpicos en Atenas supuso uno de sus últimos pasos hacia el abismo, la candidatura de Roma se retiró al no considerarse el momento oportuno para la economía del país, y Montreal acabó en 2011 de pagar todas las infraestructuras (hoy manifiestamente infrautilizadas) que construyó en 1976.
Queremos un modelo de crecimiento ni basado en el ladrillo (una vez más), ni basado en el gasto improductivo de las infraestructuras infrautilizadas.
No nos dejemos engañar una vez más; la marca España de la que tanto se habla se hace de otra manera, una manera en la que no se quede impunemente tanto dinero entre las manos de los gestores públicos y privados por no ser capaces de evitarlo ni la justicia ni el fisco.
La actividad política solo será digna cuando los que la practican se hagan acreedores de una dignidad de la que hoy carecen. Las pruebas están ahí. Ustedes juzguen.
Por todo ello, como ciudadanos de este castigado país, sumido en una profunda crisis económica y moral a causa de las prácticas de sus elites políticas, financieras y económicas, queremos trasmitir al Comité Olímpico Internacional que no es cierto que la candidatura de Madrid 2020 tenga el respaldo mayoritario de la ciudadanía, como pretenden hacerle creer las autoridades. Así pues, en el momento de decidir la designación de la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de 2020, rogamos que el COI tenga en cuenta el absoluto rechazo que la candidatura despierta entre los ciudadanos -madrileños en particular, y españoles en general-. Esta designación solo redundaría en un empeoramiento de la ya penosa situación de este país.
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