Fátima Báñez, Ministra de Empleo y Seguridad Social: Que confíe en la iniciativa de las personas sin empleo

La mayoría de las personas sin empleo se sienten aisladas y desmotivadas frente a un mercado laboral complejo y competitivo, que reduce a las personas a meros instrumentos al servicio de la productividad, deshumanizando la vida de nuestro país.
Muy al contrario, el bienestar de las personas debería ser el fin último de la colectividad, del funcionamiento del Estado y, por lógica, también del tejido productivo.
Por otra parte, ha sido insistentemente demostrado que son las pequeñas y medianas empresas, así como las cooperativas y otras iniciativas basadas en pequeños grupos de personas "conocidas" -y no las grandes empresas y corporaciones (con capital y promotores "anónimos")- las que crean más empleo y más riqueza social.
El verdadero valor y sentido de las cosas, reside en lo pequeño, en lo cercano y personal.
Como la recuperación económica de nuestro país está siendo muy lenta y dolorosa, es preciso movilizar el mayor recurso con que contamos: las personas, su entusiasmo y su creatividad.
Por todo ello, ha llegado el momento de dar un voto de confianza a las personas que no tienen empleo y darles la oportunidad de que se hagan dueños de su destino laboral.
Por ello, ha llegado el momento de generar un gran movimiento de esperanza basado en las personas.
Si la Ministra de Trabajo lanza un amplio programa -austero pero eficaz-, que permita a las personas sin empleo: encontrarse, conocer sus capacidades mutuas, organizarse, aprender, descubrir sus afinidades y recibir “no más pero tampoco menos” de los apoyos y ayudas que han recibido algunas grandes empresas y corporaciones, estará poniendo en marcha el mayor activo jamás movilizado en España: millones de personas generando valor social.
Si el Gobierno convierte las oficinas de empleo, las aulas de la escuela y de la universidad públicas, en centros de encuentro, formación y emprendimiento de personas sin empleo; si motiva y moviliza a enseñantes y al voluntariado, para acompañar a estas personas hacia el logro de sus metas; si la Ministra “se la juega” lanzando una campaña de movilización general capaz de poner en marcha al mayor número de personas posibles para proponerles recorrer, juntas, un camino para poner en marcha sus propios proyectos... Entonces estará cumpliendo con una de las mayores obligaciones que debe atender un digno representante de la ciudadanía: promover la verdadera autonomía de los ciudadanos.
Por último, para que este hermoso sueño sea posible, si tú que lo estás leyendo le das tu apoyo y lo difundes, entre todos sin duda lograremos que el Gobierno ponga en marcha un programa valiente e innovador que crea en la capacidad de iniciativa de las personas sin empleo.
¿Lo intentamos?